Las dificultades médicas de organizar un congreso médico

Llevamos muchos años organizando eventos y congresos médicos. Nuestra actividad estrella es FacoElche, la cual ha celebrado en Febrero de 2015 su XVII edición. A lo largo de los años hemos podido observar cómo cada año se introducen normativas, diremos médicas, que complican la organización de un congreso médico. Es lo que llamamos “Las dificultades médicas de organizar un congreso médico”.

En la segunda mitad del siglo XX los congresos médicos eran una mezcla de actividad científica y lúdica. De hecho para mi padre cuando podía ir al congreso de la SEO (Sociedad Española de Oftalmología) era para él como sus vacaciones estivales. Reencontraba amigos, mucha vida social y algo de ciencia. Las casas farmacéuticas competían entre sí para dar el mejor agasajo y el mejor regalo. Hasta hace bien poco, en la memoria de muchos médicos están presentaciones de medicamentos en destinos exóticos, donde había una mañana de trabajo y el resto de ocio y diversión.

Con los años todo esto ha ido cambiando en detrimento, por otra parte lógico, de la actividad lúdica. Pero claro en muchos casos de cien a un cero radical y de un plumazo como veremos posteriormente.

Todo el mundo entiende que en España los congresos médicos están soportados por la Industria médica y farmacéutica. Sin ellos, como he comentado en numerosas ocasiones, sería imposible sacar adelante no solo congresos como FacoElche, sino que otros organizados por Sociedades Científicas como SEO, SECOIR, etc. no solo verían peligrar sus reuniones en sí sino incluso la pervivencia de las mismas. No olvidemos que estamos en la época del gratis total para todo el mundo.

La Industria médica y farmacéutica, representadas por Fenin y Farmaindustria respectivamente, tiene sus propios códigos éticos a los que sus asociados se tienen que ceñir para poder participar y patrocinar eventos. Se llaman Códigos de Buenas Prácticas en un caso y Sistema de Autorregulación en el otro, aunque este último engloba también un Código Ético extensivo de lo demás.

Lo define muy bien el Fenin:

“…La intención de este código es el de promover las prácticas comerciales éticas y la conducta socialmente responsable de la Industria de la Tecnología Sanitaria nacional e internacional, en cuanto afecte a su actuación y/o comercialización en España…”

Queda bien, pero en ocasiones su aplicación es excesivamente restrictiva. Que se busque evitar el lujo en la práctica médica y congresual no suena mal. De hecho se prohíbe la realización de eventos en los que participen asociados a Fenin y Farmaindustria en hoteles de cinco estrellas. Un ejemplo lo tenemos en el próximo congreso de la SOCV (Sociedad Oftalmológica de la Comunidad Valenciana) que debido a la normativa de estas instituciones tiene que cambiar su sede de los últimos años, el Centro de Convenciones de Las Arenas, ubicado en las instalaciones del Hotel Las Arenas de Valencia (5*), al Palacio de Congresos de Valencia.

En las relaciones sociales (¿o de trabajo?) del tipo de comidas o cenas de los asociados a Fenin y Farmaindustria con los médicos sus acompañantes no sanitarios tienen restringida su asistencia. Asimismo se paga suplemento por ellos si se comparten habitaciones subvencionadas por alguna Firma Comercial.

Por supuesto los actos sociales generales dentro de un congreso deben figurar en programa como “Cocktail, Comida de Trabajo, Cena…) pero en absoluto pueden ser una Fiesta o Baile del tipo que sea.

No obstante debemos remarcar que esta tendencia no es exclusiva de España. Todos los que asistimos a congresos en Estados Unidos hemos visto que los médicos de determinados estados de allá tienen un cartel en los stands que les recuerda que tienen prohibido tomar chocolatinas de las que ofrecen al resto de médicos congresistas. Asimismo en los simposios comerciales del tipo “lunch-box” en el que al asistente se le ofrece una bolsa de picnic, los de esos estados lo tienen también restringido. Ora et labora pero la chocolatina para los de Minnesota se la pagan ellos mismos.

Por otra parte, alguno se preguntará si esto es así porqué se realizan en algunos congresos actividades como el Oftalmo-Rock, actividad lúdica 100% y no científica. Fácil, sus promotores no están asociados a Fenin y Farmaindustria, y por tanto no obligados por sus normas.

Con ser importantes medidas de las que hemos comentado no lo son tanto como las restricciones a la asistencia. “Revista Médica” en Enero de 2015 sacó un artículo dedicado a estas dificultades que en muchos de los supuestos que enmarca hemos sufrido en carnes. Os recomiendo su lectura porque se exponen de primera mano muchos de los puntos a los que nos referimos.

En una especialidad como la nuestra, donde hay Firmas que desarrollan tanto actividad farmacéutica como industrial (Alcon, Bausch + Lomb…) o Laboratorios con medicamentos “éticos” o sea de prescripción médica y otros de libre dispensación como las lágrimas o los suplementos vitamínicos (Alcon, Allergan, Angelini, B+L, THEA,etc.) las restricciones son muy severas. Para Farmaindustria a las áreas de exposición donde estén ubicados todos ellos solo pueden tener acceso los médicos exclusivamente. Es decir sus colaboradores tales como enfermería, optometristas, gerentes, etc. tienen vetado el acceso. Ni siquiera los estudiantes de Medicina y mucho menos los pacientes o sus asociaciones.

Se da la paradoja que según la normativa si en el programa del congreso se incluye un apartado que incluya a cualquiera de los colectivos mencionados, éstos una vez acabada su actuación deben ausentarse del congreso porque está vetada oficialmente su presencia.

Recogemos del mencionado artículo de Revista Médica este comentario que es definitorio:

“..El pasado septiembre surgió la polémica durante la celebración, en Madrid, del último congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO). Ésta emitió un comunicado en el que se quejaba de las condiciones de acceso de los asistentes, señalando que compartían “la decepción de periodistas, defensores de los pacientes y otros no prescriptores por no estar admitidos en áreas donde tiene lugar la promoción de medicamentos de prescripción”. Y es que antes de que se inaugurara ya se entregó una hoja informativa a periodistas indicando que, para cumplir con la normativa nacional y “el código de buenas prácticas de Farmaindustria”, se restringía a pacientes y representantes, así como a estudiantes, enfermeros y periodistas “el acceso al área comercial y simposios satélites..”

No debemos olvidar que en todos los congresos la Exposición Comercial es la Plaza Mayor o la Main St. por donde todo el mundo pasa o está. Es inevitable que el personal médico sea totalmente ajeno a ello. En el caso de FacoElche el problema tiene fácil solución al disponer de dos carpas diferenciadas, pero ¿y en el resto de congresos?

Para terminar, ¿cuál es mi opinión personal? Creo que las iniciativas de Fenin y Farmaindustria son positivas pero en muchos casos restrictivas en exceso, especialmente en lo concerniente a medicamentos. Algunos piensan que todas estas medidas no son por “ética” sino por ahorro puro y duro, además muy evidente. Es claro que ha habido grandes excesos en tiempos pasados, pero no olvidemos que fue la misma Industria Médica y Farmacéutica la que se lanzó a realizar promociones que ahora consideran no éticas.

Vivimos en tiempos de información, comunicación y transparencia, existiendo además una realidad social y sanitaria que en estos momentos entiende que se produzcan determinadas restricciones. El reto para Fenin y Farmaindustria es encontrar el justo equilibrio para que sus normas de Buenas Prácticas permitan por un lado que la información generada en los congresos sea accesible de forma directa a todos los agentes que participan de ella y que la convivencia sanitaria confluya en todos esos agentes y no solo signifique “convivir” con el asistente de la silla de al lado en la sala de un congreso.